Por: Marta Luz Mora R.
Ser responsable del cuidado de una persona que por diferentes circunstancias y situaciones de la vida no puede cuidarse por sí misma y por lo tanto y/o no está en capacidad de atender las actividades cotidianas, requiere del compromiso, asistencia y responsabilidad de una alguien que lo atienda, con vocación de servicio y con un altísimo sentido de compasión y solidaridad. No se puede entender la tarea del cuidado sin contemplar estos dos valores que son elementos fundamentales para la provisión de atención en salud humanizada y centrada en la persona y que junto con la buena comunicación y empatía, permitan cultivar una buena relación cuidador- persona al cuidado