¿ERES EL LÍDER DE TU PROPIA VIDA?
Por: Marta Luz Mora.
Según la definición de la real academia de la lengua española, un líder es “una persona que maneja o conduce un grupo social, un partido político u otra colectividad, los cuales reconocen su autoridad, como jefe, orientador o guía. También se refiere a la persona, equipo o empresa que se encuentra a la cabeza de una clasificación o competición”.
Un buen líder sabe orientar valiéndose de sus cualidades inherentes o aprendidas, sabe relacionarse con las personas, es motivador, toma decisiones y enfrenta y responde ante momentos de crisis, y, sobre todo, influye positivamente en los demás generando ambientes de confianza.
Podemos deducir entonces con base en esta definición, que ser líder de mi vida, significa tomar las riendas de la misma con determinación y disciplina para alcanzar las metas que nos hemos propuesto alcanzar, trabajando a consciencia en nuestro desarrollo personal y respondiendo ante nuestras acciones y decisiones. Ser líder de nuestra propia vida es una habilidad que debe cultivarse y vigilarse día a día de manera tal, que creamos en nosotros, sepamos motivarnos, superarnos y tener la capacidad de gestionar y adaptarnos a los cambios que se presenten mediante el uso de herramientas que se adapten a nuestra forma de ser.
El Psicólogo Ignaci Llorach del Instituto de asistencia psicológica y Psiquiátrica MENSALUS, indica que “ser líder de nuestra propia vida no significa dar el paso correcto, sino el paso adecuado por cada momento”. No se trata de pretender que todo cuanto hagamos sea perfecto, sin obstáculos, porque no es posible prever todo lo que vendrá, pero sí que sepamos enfrentar las adversidades y controlar las situaciones.
El principio de SER- HACER-TENER.
¿Posiblemente cuestionemos la información anterior y pensemos que obviamente cada uno de nosotros es líder de su propia vida, pero si revisamos a consciencia el camino recorrido, ¿cuántas veces nos hemos visto sometidos a hacer cosas que no queremos y que nos indican los demás? ¿Cuántas veces hemos dicho cosas que no queríamos decir? ¿Cuantas veces nos hemos frustrado por no conseguir lo que deseamos? Un verdadero líder de su vida, es aquel que gestiona y controla su SER-HACER-TENER que son las tres palabras y en ese orden que conforman el principio universal del logro. Por lo general los seres humanos solemos invertir este orden y pensamos que primero debemos TENER para HACER y así poder SER. Atención: El TENER no produce el SER
SER: se refiere a la naturaleza interior y a la forma como nos vemos, y como nos presentamos a los demás y al mundo. Es la base de las acciones y decisiones. El comenzar por el “Ser” es esencial para alinear nuestras acciones y lograr resultados significativos.
HACER: Se centra en el comportamiento y la acción y en la manera como interactuamos con los demás.
TENER: Se refiere a lo que una persona posee, los resultados de sus acciones, y los logros que ha alcanzado.
El SER es fundamental. La realidad es que si queremos liderar de forma acertada nuestra vida, ante todo debemos trabajar en nuestro SER para, alinear mis acciones y lograr resultados. Trabajar en el SER implica pulir a consciencia quien soy realmente. Antes de HACER, debo entender quién soy y cuáles son mis valores. La meditación, la lectura de la biografía de grandes líderes, nos pueden ayudar a entender nuestras emociones y a construir ese líder que quiero ser. Para ello es importante hacernos unas reflexiones; si mi meta es lograr una posición gerencial importante, debo preguntarme que es lo que hace un gerente, como se capacita, como se viste, como se dirige a los demás, que hábitos tiene, entre otros. Todas estas reflexiones están centradas en el SER. Esta es la etapa más larga e importante de los tres, porque de ese SER que construyamos dependerá nuestro liderazgo como empleado, padre, esposo, y como ser humano, etc. Las personas que logran el éxito y logran mantener ese éxito, son personas que han trabajado su SER y constantemente están aprendiendo. Si no tengo claro quién soy yo y quien quiero SER, mis acciones y mi hacer no tendrán el resultado deseado.
El HACER, implica inversión para alcanzar el éxito y conseguir esas metas que me he puesto.
Para SER un buen padre, un buen jefe, una maravillosa persona, tengo que HACER una serie de acciones de forma constante y consciente por un tiempo indefinido según sea la meta que quiero alcanzar, con esfuerzo y disciplina con derrotas y triunfos y teniendo claro que el éxito no está a la vuelta de la esquina. Una manera de vigilar y ajustar mis acciones, es llevando una agenda semanal; por ejemplo, todos los domingos organizo las acciones que voy a realizar por orden de importancia, defino como voy a hacer esas acciones y con regularidad estoy chequeando si estoy cumpliendo mis acciones, cuales no cumplí y que debo incluir o modificar para mejorar.
El TENER, llegará una vez yo cumpla con las etapas anteriores. Cuando me convierto en ese SER que diseñé y trabajé arduamente, llegará el momento de poder tener aquello que anhelo: una familia, bienes materiales, el empleo soñado etc.
Un verdadero líder de su vida es una persona que es capaz de controlar su SER-HACER-TENER; es decir, es una persona que desea ser, hace lo que quiere y tiene lo que desea con absoluto control.
Recomendaciones para ser el propio líder de tu vida:
. Autoconocimiento: Realizar un trabajo de introspección para conocer nuestras virtudes, debilidades, pasiones y establecer que cosas nos motivan. El tener este conocimiento nos ayuda a saber dónde poner el foco y donde podemos ser muy fuertes. Igualmente, reconocer nuestras debilidades nos ayuda a ser humildes y buscar soluciones para revertir esas debilidades.
. Conocer mi poder de decisión: Saber dónde pongo mis límites. Esto no evita que no haya dolor o malestar ante una determinada situación, significa tomar una posición ante los hechos. Experimentar aquellas cosas que me hagan feliz y atrevernos a realizar cosas que hemos dejado de hacer por miedo a fracasar. Ejemplo: Decido dejar este trabajo que no me gusta y buscar otro que me satisfaga y me haga feliz. Si experimentamos mucho miedo podemos comenzar por tomar decisiones sencillas y revisar que ocurre. Si algo no sale bien, pero lo gestiono adecuadamente, empiezo a ganar confianza en mi mismo.
. Optimizar recursos y estudiar las posibilidades existentes, considerando siempre mis valores y el respeto por lo demás.
. Ser honesto conmigo mismo. De la honestidad se deriva la responsabilidad, es decir asumimos que los resultados obtenidos en nuestra propia vida dependen de nuestros propios actos. Las personas líderes, que se responsabilizan y buscan las causas dentro de sí mismos, están en un proceso constante de mejora, gracias al cual desarrollan su mentalidad y sus hábitos, consiguiendo gradualmente mayores niveles de bienestar y de su visión del éxito particular.
. Definir metas: Hay que definir objetivos claros, alcanzables en nuestras áreas personales, sociales y laborables.
. Aprendizaje continuo: Mantenerse activo desarrollando nuevas habilidades creativas, estudiando y profundizando en temas de crecimiento personal, vivir experiencias diferentes y positivas. La lectura de biografías de grandes personajes nos sirve de referente y nos permite implementar aspectos de impacto en nuestras vidas sin que esto suponga intentar copiar la vida de otra persona ya que sería un riesgo.
. Disciplina: Una vez definida ese líder que quiero ser, y el camino que debo transitar, debemos perseverar y mantener el foco sin extralimitarnos para no agobiarnos. Debemos ser pacientes, y tener claro que para tener resultados se toma tiempo.
Bibliografía:
. Ser el líder de tu propia vida. Mensalud.
. Como logra liderazgo personal. Kuestiona.
. Lecturas de publicaciones en revistas.
. El principio de Ser-Hacer-Tener. Victor Hugo Manzanillo
- 30/04/2025